
Ya está aquí la temporada de calabazas, y como buena gordi que soy no podía dejarla pasar sin meter una en un bizcocho. De esos que huelen a domingo por la tarde y que te hacen olvidar cualquier lunes que venga después 😋.
He mezclado varias recetas porque en unas quitaban la almendra, en otras no aparecía la canela y algunas se saltaban el yogur. Pues oye, yo he decidido quedarme con todo. Más es más 🤭.
—
🧾 Ingredientes
250 g de calabaza
250 g de harina
50 g de almendra molida
250 g de azúcar
16 g de levadura
150 ml de aceite
1 yogur
3 huevos
1 cucharada de esencia de vainilla
1 cucharada de canela
1 pizca de sal
Mantequilla para engrasar

En esta foto se me olvidó un ingrediente 🤫, sabéis cuál es?
—
✨ Propiedades mágicas de cada ingrediente (con intención)
Calabaza: protección, hogar, ofrenda a quienes ya no están.
Harina: abundancia.
Almendra molida: amor y buenas relaciones familiares.
Azúcar: endulza situaciones.
Levadura: (la de la vida también) crecimiento y expansión.
Aceite: abundancia, felicidad.
Yogur: calma y suavidad.
Huevos: crecimiento, protección.
Vainilla: amor, pasión y dulzura.
Canela: energía, prosperidad.
Sal: protección.
Mantequilla: paz y armonía.
—
👩🏻🍳 Elaboración
1. Cuece la calabaza (unos 20 min). Sí, sé que desespera un poco… pero piensa que ya solo con el olor la casa empieza a sentirse más cálida.
2. Truco de toda la vida: separa las claras de las yemas, añade una pizquita de sal y monta las claras al punto de nieve. Sí, lo sé, a mí también me da pereza mortal 😅, pero créeme: este bizcocho esponjoso nivel nube merece el drama.
3. Ojo! Mirad que felicidad cuando superas los dramas 🤣💪🏻

4. Bate las yemas con el azúcar, añade yogur, esencia de vainilla, canela y la calabaza escurrida y machacada.
4. Incorpora el aceite, la almendra molida y por último la harina con la levadura (se puede tamizar). Mezcla bien.
5. Esta esponjosidad con las claras es única y la verdad es que se goza muchísimo cuando lo haces con tiempo y con intención.

6. Engrasa con mantequilla la cubeta (o molde), vierte la masa y hornea. Si usas panificadora, selecciona la función hornear y ve probando con un palillo: cuando salga seco, está listo.
6. Recordad siempre añadir intención en todo lo que se vaya haciendo. Aquí por ejemplo, aunque parecen las gafas de un Minion 🥽, dibujé un infinito recordando que lo verdadero no se separa nunca ♾️.


6. Deja enfriar antes de sacarlo (sí, cuesta esperar, pero te evitas el destrozo 🙃).

—
🧙🏻♀️ Ritual sencillo
Mientras vas mezclando, recuerda que cada ingrediente tiene su fuerza. Intenciona amor, protección y abundancia pensando en tus seres queridos, tanto los que están como los que ya partieron.
El otoño es el momento perfecto para agradecer y vivir el presente, sintiendo esa energía sanadora que nos acompaña.
—
🍫 😋 Toque final (opcional pero recomendado si eres golosona como yo) Un topping de chocolate con avellanas y… felicidad asegurada. Eso ya es libre elección: nata, frutos secos o directamente nada, porque este bizcocho ya se defiende solito.

—
💌 Os deseo un mes lleno de amor, protección y momentos dulces compartidos. Que cada trozo de bizcocho sea también un recordatorio: la vida, cuando la intencionas, sabe mucho mejor.

P.D.: Haced la prueba del palillo y no lo saquéis antes de tiempo como otras 🧙🏻♀️ 👩🏻🍳 pensando que se le iba a quemar y así evitamos que la parte central se espachurre un poco 😅. El sabor es fantasía ✨ me quedo con todos los ingredientes y estoy a la espera de que me digáis «Cuándo quedamos para probarlo juntos!? 🙌🏻😋

Deja una respuesta