En estas fechas, y siendo el primer año de Arcanos y Tapas, quiero hablar del arcano de La Muerte. No desde el miedo, sino desde la transformación.

Para mí, La Muerte no es un final: es el gran cambio, el recordatorio de que nada desaparece del todo, solo se transforma.

Las personas que amamos dejan su cuerpo, pero su energía sigue moviéndose con nosotros.La única forma de que alguien se vaya realmente es cuando se le olvida .El duelo no se supera, se integra, y con el tiempo aprendemos a convivir con la ausencia desde otro tipo de presencia.

Este arcano nos iguala a todos —niños, mayores, ricos, pobres— para recordarnos que la vida es movimiento y renovación constante. Cada cierre abre un espacio nuevo. Cada pérdida, si la miramos con el corazón, deja también una semilla de crecimiento.

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🕯️ Ritual de conexión

Enciende una vela blanca. Piensa en una persona o etapa que haya terminado y di:

“Agradezco lo vivido. Transformo el adiós en sabiduría.”

Respira profundo y deja que la llama te recuerde que todo renace con otra forma.

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💫 La Muerte no nos quita, nos enseña a transformarnos. Y en cada transformación, un pedacito de nosotros vuelve a la vida.