
El tiempo puede ser nuestro gran aliado: nos descubre verdades, nos habla en silencio y nos trae justo lo que necesitamos. Pero hay una pregunta que siempre vuelve, como un eco:¿Está todo ya escrito o podemos intervenir en nuestro destino?
La carta de La Rueda de la Fortuna, especialmente en el Tarot de Marsella, nos recuerda que la vida gira constantemente, pero también que hay momentos en los que podemos tomar el mando de la manivela. No elegimos el lugar donde nacemos, ni el dinero que tenemos, ni muchas de las circunstancias que nos rodean. Pero sí podemos elegir desde dónde miramos la vida, con qué actitud respondemos, y cuál será nuestra siguiente pequeña acción consciente.
No se trata de negar la realidad, sino de transformarla desde dentro.Y ahí, desde esa mirada nueva, empiezan los verdaderos giros.
—
🤓 ¿Cómo girar tu propia rueda?
Aquí te propongo tres prácticas sencillas que pueden ayudarte a activar tu propio cambio, desde la introspección y la intención:
- Haz una pausa de 5 minutos cada día para observar qué patrón se repite últimamente en tu vida. ¿Hay algo que vuelve una y otra vez? La conciencia es la primera llave del cambio.
- Anota tres cosas que sí dependen de ti hoy. A veces nos sentimos atrapados, pero siempre hay pequeñas decisiones —actitudes, palabras, gestos— que están en nuestras manos.
- Repite esta afirmación con intención (en voz baja o escrita):“Yo elijo girar mi vida hacia lo que me da luz. Yo soy causa, no solo efecto».
«Hazlo al despertar, o justo antes de dormir. Poco a poco, tu rueda interna comenzará a moverse.»
—
Sea cual sea tu punto de partida, no estás quieto, no estás fijo. Siempre hay algo en ti que puede girar…y cuando tú giras, el mundo lo nota ✨

Deja una respuesta